Bodega las espinas
Bodega Las Espinas
Nuestro sueño de tener una bodega con vista al océano Atlántico.
El proyecto de tener una bodega en el este tuvo sus inicios en 2008, cuando compramos nuestras primeras tierras en el departamento de Maldonado, específicamente, en el cerro Pan de Azúcar, donde convergen la sierra de las Ánimas y la sierra de Carapé, a tan solo 7 km del mar.
Buscábamos un lugar donde producir Riesling, una variedad que captó nuestro interés tras un viaje que realizamos Juan Bouza, Elisa Trabal y Eduardo Boido en 2007 a una exposición de vinos en Burdeos, Francia. Fuimos invitados a una degustación de la variedad Merlot que iba a cerrar con un vino de Chateau Le Pin, el cual ansiábamos probar. Como antesala a esta degustación nos recibieron con una cata de Riesling y la cepa nos cautivó. Se convirtió en una meta a alcanzar de regreso a Uruguay.
Cuatro años después de plantar Riesling en Pan de Azúcar, adquirimos el predio de Punta Negra, ubicado sobre ruta Interbalnearia, km 104, donde en 2016 comenzamos a plantar el viñedo Las Espinas.
Allí, Chardonnay y Pinot Noir son las variedades con mayor superficie. Junto a Tannat y Merlot completan 6,10 hectáreas.
Buscábamos un lugar donde producir Riesling, una variedad que captó nuestro interés tras un viaje que realizamos Juan Bouza, Elisa Trabal y Eduardo Boido en 2007 a una exposición de vinos en Burdeos, Francia. Fuimos invitados a una degustación de la variedad Merlot que iba a cerrar con un vino de Chateau Le Pin, el cual ansiábamos probar. Como antesala a esta degustación nos recibieron con una cata de Riesling y la cepa nos cautivó. Se convirtió en una meta a alcanzar de regreso a Uruguay.
Cuatro años después de plantar Riesling en Pan de Azúcar, adquirimos el predio de Punta Negra, ubicado sobre ruta Interbalnearia, km 104, donde en 2016 comenzamos a plantar el viñedo Las Espinas.
Allí, Chardonnay y Pinot Noir son las variedades con mayor superficie. Junto a Tannat y Merlot completan 6,10 hectáreas.
Desde nuestra primera cosecha en el este, trasladamos la materia prima a la bodega de Melilla para iniciar su procesamiento, sin dejar de soñar con tener algún día una bodega en la zona que nos permitiera facilitar la elaboración con las uvas de Las Espinas y Pan de Azúcar.
Comenzamos a construir la nueva bodega en 2023. Se trata de una construcción diseñada por los arquitectos uruguayos Víctor Lorieto y Valentín Barreiro, de diseño sencillo, inspirada en las construcciones medievales de los viejos hórreos gallegos.
Comenzamos a construir la nueva bodega en 2023. Se trata de una construcción diseñada por los arquitectos uruguayos Víctor Lorieto y Valentín Barreiro, de diseño sencillo, inspirada en las construcciones medievales de los viejos hórreos gallegos.
El proyecto consta de tres módulos:
Módulo 1- Recepción de fruta.
Módulo 2- Vinificación y laboratorio.
Módulo 3- Cava.
Cuenta con 12 tanques de fermentación, con una capacidad de 3.500 litros cada uno, en los que estimamos procesar 50.000 kilos de uva. Tener tanques pequeños nos permite vinificar por separado cada parcela e incluso zonas menores si presentan diferencias por la variación de los suelos. Hay zonas tan pequeñas que hemos decidido incorporar algunos tanques de 1.000 litros para mantener estas características vinificándolas en forma separada.
Los materiales utilizados para la obra aseguran la conservación del edificio. Dado que la proximidad al mar aumenta las posibilidades de corrosión, utilizamos para los dos primeros módulos: madera de alta calidad y cobre (para paredes y techos, respectivamente). Estos son materiales que mejoran con el paso del tiempo. En algunos años será bonito ver el efecto del tiempo sobre ellos. Para la cava utilizamos hormigón y piedra local.
Cuenta con 12 tanques de fermentación, con una capacidad de 3.500 litros cada uno, en los que estimamos procesar 50.000 kilos de uva. Tener tanques pequeños nos permite vinificar por separado cada parcela e incluso zonas menores si presentan diferencias por la variación de los suelos. Hay zonas tan pequeñas que hemos decidido incorporar algunos tanques de 1.000 litros para mantener estas características vinificándolas en forma separada.
Los materiales utilizados para la obra aseguran la conservación del edificio. Dado que la proximidad al mar aumenta las posibilidades de corrosión, utilizamos para los dos primeros módulos: madera de alta calidad y cobre (para paredes y techos, respectivamente). Estos son materiales que mejoran con el paso del tiempo. En algunos años será bonito ver el efecto del tiempo sobre ellos. Para la cava utilizamos hormigón y piedra local.
